Mi ansia por viajar no disminuyó. Hacia viajes en coche y cuando la distancia era mayor lo realizaba siempre en tren. He llegado a ir, por ejemplo a Ámsterdam y a Paris en tren. El último que hice por este medio fue a Roma. No quiero entrar en detalles, pero si os digo que duró 48 horas y encima me costó casi 10 veces mas que en avión. Aquí me planteé superar esta fobia y volver a subir a un avión.
A mí, como le pasa a mucha gente con este problema, no es tanto el miedo a volar, como la angustia que me producía el saber que tenia que ir en avión en una fecha determinada. Esas semanas antes o días antes era tal la angustia que me provocaba, que me sentía incapaz de enfrentarme a ese reto.
A partir de ese momento me hice una digamos mi propia hoja de ruta.
Fui a Psiquiatras, psicologos, leí libros sobre el tema, entre en varios foros, asistí a terapias cognitivas, incluso me apunte a cursos de hipnosis. Realmente ayudan, pero no te solucionan tu problema. El problema lo tienes que enfrentar tu mismo.Al final, es como todo, o le echas huevos o no hay tu tía.
Miedo a volar |
Después de tener toda la información ,como dije anteriormente, me planifique como abordaría el problema. Por ejemplo para dejar de fumar, que lo conseguí hace ya mas de 15 años, me planifique una reducción progresiva y un cambio de hábitos (nada de café ni salir los fines de semana una temporada). Y cuando pensé que estaba preparado abordé el problema y lo superé. Pues aquí hice lo mismo.
Primero me puse un plazo y la forma como abordaría mi fobia para superarla.
Como tampoco me gustaban mucho las alturas, empecé a subir por ascensores de esos transparentes y subir a azoteas de edificios cada vez mas altos. Poco a poco iba controlando la ansiedad, hasta que al final conseguí subir al pirulí que hay en Moncloa y hacer un viaje en el teleférico que hay en Madrid. Lo fundamental es, por menos para mí, ir superando pequeños retos. Eso da confianza y te ayuda a controlar la ansiedad.
Como plazo para subir en avión me lo puse para la primavera del 2005. En esa fecha llevaba 8 años sin volar.
Como para mí era una angustia el hecho de pensar que tenía que ir al aeropuerto, facturar, estar en la sale de embarque, verme en el avión, busque la manera de minimizar todas esas vivencias. Y para ello se me ocurrió hacer un vuelo en avioneta. La gente que me conoce y que luego se enteró de toda la historia, me dijeron que estaba loco, que muchos van en avión pero no quieren montar en una avioneta, que no le ofrece seguridad. Pero yo quería tener la seguridad de si no me consideraba preparado para volar, poder decir que no volaba y no hacerlo (cosa que en un vuelo comercial es imposible, te jodes y vuelas). Para mí la sensación de poder anular en cualquier momento el despegue, era fundamental .
Yo que vivo en Galicia , averigüé que aeródromos había por aquí cerca , y al final , por lo pequeño y por que me salía mas barato (también es verdad), me fui al aeródromo de Lugo (quien lo diría que había aviones en Lugo). Miré las previsiones del tiempo (tampoco me voy a estrenar un dia de tormentas) y un sábado me fui para Lugo. Antes ya reservé una hora determinada. A mi mujer no le dije nada, no sea que me rajara al final y quedara como un pavo. Cuando estaba en el aeródromo conocí al piloto, un chico joven muy majo. Le dije a que venía exactamente, que no era un viaje de placer lo de la visita turística al cielo de Lugo, sino que era realmente una prueba de fuego para poder superara mi fobia. Lo entendió perfectamente y entonces llamé a mi mujer desde la misma pista. Le dije donde estaba y lo que iba a realizar. Primero, no me creyó ( en Lugo un aeródromo ?), pero cuando escucho el ruido del motor no le quedó dudas. Un poco también era por que no fuera la casualidad que aterrizáramos de aquella manera que es mejor no nombrar y luego la avisaran que estaba planchado, en Lugo y en la cabina de una avioneta con otro hombre (parece una película italiana con ambiente gay).
La verdad que verme en la avioneta, explicándome como funcionaba el avión, que sistemas de seguridad tiene, lo que íbamos a hacer, todo eso me dio tranquilidad (además del ansiolítico que me había engullido unos momentos antes). Además te ves participe del acontecimiento y no solo un espectador de un vuelo que parece que vas como una maleta.
Todo hay que decirlo , que aunque la avioneta era para cuatro personas, se me hacia pequeña para nosotros dos. Era bastante enana o yo la veía muy pequeña. Pero como estaba entretenido con el panel y las indicaciones del piloto, pues vamos, que no te enteras.
Bueno, encaramos la pista de despegue. La verdad que es otra manera de ver volar. Aceleró poco a poco y casi sin saber ya estábamos ascendiendo. El despegue es mas suave que el de un avión de comercial y menor la inclinación del despegue (o a lo mejor lo ejecutó así por mi problemática) Es una experiencia singular y si no fuera por el susto que llevaba hubiera sido maravillosa. Ver como te elevas viendo el horizonte, es, o debe ser , espectacular. El hombre superamable. Cada poco me preguntaba como iba, y la verdad que no lo estaba pasando mal del todo. Tal vez el tipo de vuelo, no tan alto (aunque la torta hubiera sido como si te caes de uno más grande), y sobre todo la sensación de que formas parte de la acción, lo cierto es que fue bastante bien. Cuando alcanzamos la altura de vuelo me dijo que si quería coger un poco los mandos, hombre digamos que los agarré, pero ahí se quedó todo. Hubo un momento de pequeñas turbulencias pero me explicó por que se producían , por el poco peso del aparato y por al aire caliente que asciende, pero que eso no era nada para otros viajes que había hecho. Si el que no se consuela es que es tonto.
Vi Lugo desde el cielo o por lo menos he creído verlo. Dimos una vuelta y después de exactamente 20 minutos tomamos tierra. Es curioso como se ve la pista de aterrizaje desde el cielo, para un fóbico como yo, era como la tierra prometida.
Le di las gracias, tomamos un café y llamé a mujer que estaba un poco preocupada.
Para mí fue un gran triunfo, aunque solo era una parte de la hoja de ruta.
Lo siguiente era montar en un avión comercial. Busque un vuelo corto (La Coruña – Madrid), y una fecha 1 de junio viernes. Un horario tempranero para no estar angustiado todo el día, y para evitar angustiarme de mas, fui 2 ó 3 veces al aeropuerto para familiarizarme con el entorno. Eso es muy importante, porque evitas la angustia de llegar a un sitio que no conoces. De esa manera te parece todo más familiar.
Lógicamente estuve atento a la meteorología de ese día, no sea que para ser el primero de mi retorno al los viajes aéreos pillara uno de esos días que se asustan hasta los pilotos.
Pero bueno era la típica mañana gallega, nublado, con claros y posibilidad de lluvias por la tarde. Como iba de mañana pues bien. El viaje lo hice solo, y tal vez es mejor hacerlo con alguien. Vas mas entretenido y tienes menos tiempo para pensar. Por suerte iban unos conocidos, así que por lo menos el embarque y la espera antes de volar se me pasó más rápido.
El vuelo lo hice mejor de lo que esperaba (eso si, con otro ansiolítico). No se como será la sensación de escalar el Himalaya, pero para mi es como si lo hubiera hecho. Me produjo una sensación de seguridad tremenda. Aunque luego regresé en autobús hasta Galicia (no había que tentar a la suerte), para mí fue un gran triunfo.
A partir de aquí ya he subido más veces. Ese mismo año a Bruselas, el siguiente a Estambul, luego a Roma, Venecia, Praga, Tenerife , Berlín, Beirut, Londres y varios a Madrid.
El miedo lo sigo teniendo, pero no la fobia que sentía antes y que yo mismo me negaba la sola posibilidad de pensar que fuera a volar. Ahora lo encaro de una manera mas positiva, aunque si utilizo una seria de protocolos que si quiero compartir con el que lea esto por si le puede servir para algo.
Primero quiero decir que existen programas para vencer el miedo a volar. Que yo sepa hay varios cursos para superar este medio de una manera dirigida : uno de un ex piloto de iberia , otro de Alas y raíces y otro patrocinado por aireuropa . Duran dos días, uno de teoría (alguno creo que utilizan un simulador) y el segundo un vuelo ida y vuelta a alguna ciudad de la península. Los iniciados van acompañados del instructor y un psicólogo. es una buena opción. Creo rondan los 600 euros y deben estar muy bien. No hay mejor solución de los problemas que verse rodeado con personas con el mismo problema.
A mi me pillaba lejos esos sitios y como dije antes yo me planifiqué la forma de abordarlo.
Al final todo se reduce a tragar saliva y subirse al dichoso pájaro de acero. Así que hay que buscar la mejor manera de realizarlo.
Para mí fundamental un pequeño apoyo farmacológico, además como el alcohol no me gusta , pues lo sustituyo por la pastilla que no da resacas. Un medico te recetará un ansiolítico para poder tomarlo por lo menos la noche previa al vuelo y un rato antes de subir al avión.
Hacer unas visitas al aeropuerto para acostumbrarse y evitar la angustia que pueda originarte el lugar.
Viajar preferiblemente acompañado.
Yo suelo reservar los asientos por anticipado y siempre los delanteros ( a mí por lo menos ver toda la gente que esta metida dentro del avión me angustia mas, prefiero no verla).
Yo siempre reservo ventana. Si no me gusta lo que veo la cierro la cortinilla , pero no me siento tan encajonado.
Trato de volar en aviones de tamaño mediano, a más peso, menos se va a tambalear.
Nunca viajo en Low Cost. Te cambian de avión muchas veces, tienen mas retrasos y eso crea mas angustia y suelen volar con menos miramientos hacia el pasaje ( o yo lo creo).
Siempre voy en vuelos diurnos. Los nocturnos por cambios de temperaturas atmosféricas se suelen mover más. Además la oscuridad crea mas angustia.
Trato de volar por las mañana, para no estar nervioso tanto tiempo. Además así aprovecho mas el día a donde voy.
Planifico los viajes entre mayo a septiembre, para evitar la época de mal clima.
En el avión siempre llevo revistas de lectura corta, crucigramas, pasatiempos, cartas etc, todo aquello que me entretenga y no exija mucha atención. Evito los viajes largos, y si no hay mas remedio, lo hago con escalas, o incluso me quedo un par de días en ese lugar. Es mas caro pero veo mas cosas ( hay que ser positivo).
Bueno no se me ocurre mas por ahora. Con el tiempo añadiré mas cosas.
Y si es verdad que es mas seguro que el coche, pero cuando le falla el motor a este último te quedas tirado en el arcén, y en el caso del avión, digamos que tus restos van a estar esparcidos por todos los sitios menos por el arcén.
Ánimo a todos, que la mente igual que va para atrás, puede ir hacia adelante.
Consejos de un viajero 02/09/13
Consejo 1 .Coger un vuelo a primera hora .
Cuanto menos tiempo estés esperando a subir al avión menos angustia acumulas. Lo mejor levantarse por la mañana temprano y volar a primera hora. Te evitas estar sufriendo todo un día.
Si te lo puedes permitir haz uso de la a sala VIP del aeropuerto. Estos salones están diseñados para tener un ambiente cómodo y relajante, donde los pasajeros pueden escapar de la locura del aeropuerto. Sin embargo, si no estás volando en clase bussnes , puedes tener la opción de pagar por u plus para acceder a la sala de estar .
Consejo 3 . Elija un asiento de pasillo.
Mejor elegir un asiento cerca del pasillo, es menos probable que se sienta claustrofóbico en el avión. Un asiento de pasillo también le permite tener una mayor libertad de movimiento una vez que el avión ha llegado a una altitud estable. Si es posible, conseguir un asiento que se encuentra en una de las " líneas de salida" , que tienen las salidas de emergencia por el lado del avión. Estos asientos tienen a veces adicional para las piernas, aunque tendrá la responsabilidad de ayudar a los pasajeros evacuar el avión en caso de emergencia. También es conveniente situarse en la parte delantera, se notan menos las turbulencias.
Consejo 4 . Llevar algo de distracción.
Los estudios han demostrado que distraerse con una situación que implica una cantidad significativa de pensamiento puede ayudar a reducir la ansiedad . A pesar de un libro o una revista puede ser una buena distracción, muchos expertos sugieren distracciones de audio como el más eficaz. Mientras que la música suave puede ayudar, es posible que también desee considerar la posibilidad de un audiolibro . No importa que la distracción de audio que elija, lo mejor es elegir algo que no está familiarizado, es decir una actividad diferente.
Consejo 5 -.Esté preparado.
No llegue al aeropuerto cansado, con hambre o incómodo. Planee con anticipación para su vuelo. Use ropa holgada y zapatos que sean fáciles de quitar. Lleve algún aperitivo , en caso de que no encuentre la comida de avión apetecible.
Consejo 6 . Trate de relajarse .
Cada vez que usted esté ansioso al volar, recuerda que la posibilidad real de que avión experimente problemas durante el vuelo es extremadamente baja. En realidad, las probabilidades de morir en un accidente aéreo comercial son de aproximadamente 10 millones a 1 solamente.! Además, los pilotos de aerolíneas se someten a una amplia formación, que implica incluso volar un avión que tiene uno (o ambos ) de sus motores averiados .
Artículo de Gabriel García Marquez. El País 26/08/1980
05/08/2010 Miguel
Buenas a todos.
Os comento mi experiencia, aunque por lo que veo, más o menos siempre hay un denominador común en todos los relatos que escucho y leo sobre a aerofobia.
Hace años, cuando empecé a volar (con 10 años aproximadamente), me encantaba hacerlo, de hecho, era el típico pasajero que se tiraba todo el vuelo mirando por la ventanilla alucinando con la cantidad de paisajes impresionantes que se pueden ver desde un avión.
Pero llegó un vuelo, Roma - Madrid, con unos 25 años, y la fobia comenzó a surtir efectos... Resulta que el aterrizaje de este vuelo fue bastante complicado. Se trataba de una tarde MUY TORMENTOSA en Madrid, además de que hacía un viento impresionante. Pues bien, el avión tardó bastante en coger pista pero, una vez que comenzó a descender para aterrizar, empezó a ir con una velocidad increíble (imagino que para sortear lo mejor posible las inclemencias del tiempo) y moviéndose constantemente de una manera muy brusca. Había gente que se puso a gritar, las luces se apagaban y se encendían (mi novia dice que no fue para tanto, pero yo desde luego, y la otra pareja que venía con nosotros, piensa lo mismo que yo), así que imaginaos cómo debió de ser aquello...
Para más desgracia, nuestros "fascinantes" medios de comunicación, que cuando hay un accidente grave no hacen más que repetir las imágenes, el día del accidente de Spanair incrementó sustancialmente esa fobia a volar.
Con todo esto, me planteé que no tiene sentido alguno tener terror de un medio de transporte, y menos aun cuando es el más seguro del mundo. Por ello, me obligué a mi mismo a volar siempre que pudiese, para así perder paulatinamente el miedo a volar.
Ya he ido a varios sitios (Grecia, Londres, Ibiza, Florencia...) y, aunque siempre llevo cierto nivel de ansiedad y nerviosismo a la hora de despegar, durante el vuelo siempre suelo ir tranquilo y el aterrizaje se ha convertido en pan comido.
Por esto digo que no debemos dejarnos ser presa de un miedo tan IRRACIONAL como ese, además que, superar al mismo, nos reportará una multitud de gratificaciones.
Ánimo a todo el mundo y nada, a volar!
09/08/2010 .Elena.
Hola Javier, he "aterrizado" en tu blog buscando en google información sobre si es efectiva la toma de ansiolíticos para el miedo a volar.
Os cuento mi historia:
Con 22 años, por circunstancias de la vida, nunca había montado en avión, aunque había estado a punto en viajes que al final no se llegaban a realizar, pero en la planificación de éstos el montar en avión no me suponía ningún trauma ni miedo. Fue entonces cuando conocí a mi novio, y también cuando surgieron los "low-cost", de repente podías viajar a Paris por tan solo 9€!!
Y ahí descubrí que mi novio le tenia miedo al avión... tan sólo se había montado una vez, pero se ve que no fue muy satisfactoria...
Durante 4 años, me ha esquivado para viajar en avión. Yo le decía "¿Pero qué te va a pasar en un avión?", y ahí venia: se puede caer, atentados terroristas, etc.
Supongo que de tanto escucharlo o más bien deber que alguien le tenia tanto miedo, empezó a aparecer mi miedo.
Yo soy muy miedosa para ir sola por la calle, a los desconocidos, etc. Pero en cambio nunca me han dado miedo los ascensores, ni montarme en noria, etc. Sin embargo mi novio es incapaz de subirse a una noria, y por supuesto siempre escaleras antes que ascensor. Lo cierto es que las cosas que a mí me dan miedo, me dan MUCHISIMO miedo, cuando algo me da miedo, no soy capaz de controlarlo.
Yo antes nunca había visto a alguien que le diese miedo el avión, nadie me había verbalizado "LOS AVIONES SE CAEN", y cuando vi que a alguien le daba miedo, supongo que pensé "yo es que no me he montado nunca, pero igual si que es verdad que da tanto miedo", porque esa era otra de las cosas que él me decía que a mi no me daba miedo "porque yo no me había montado nunca".
Tras 3 años viendo a alguien con miedo, llegó el accidente de spanair y el millón de imágenes que se quedaron grabadas en mi retina, entonces creo que definitivamente NACIO UN NUEVO MIEDO EN MÍ.
A principios de este año, con 26 años, decidí que era hora de volar, me planté y quise ir a Italia, vuelo Sevilla-Milán. La noche antes del vuelo ni dormí, en el aeropuerto me despedí de mis padres llorando, el despegue me lo pasé abrazada a mi novio llorando, ni siquiera fui incapaz de estirar las piernas en todo el vuelo (2 horas y media) ni quitarme el abrigo. La vuelta fue igual, llegué con los musculosa engarrotados de la tensión y no moverme.
Ahora mi novio dice que él se puso nervioso de verme así, que soy yo quien le meto miedo... Ejem, prefiero abstenerme mis comentarios!
Lo peor para mí, era el despegue, recordaba una y otra vez las imágenes del accidente de spanair... ufff... ODIO A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN!!
¿Y ahora qué? pues que aunque me da verdadero pánico el sábado tengo un vuelo a Londres, otras 2 horas y media. Hoy he ido al médico para que me recete algo, y me ha recetado unos ansiolíticos pero tengo miedo de que no me hagan nada, porque realmente creo que todo está en mi cabeza.
Para colmo, la asignación automática nos ha dado los asientos en la cola del avión, y ýo pienso que ahí se nota mucho más el despegue y que además es menos seguro, hasta tal punto que me he pasado toda la noche soñando con la dichosa cola del avión!
Tu historia me ha encantado y ojalá tuviera tiempo para "montarme en avioneta" y seguir todo tu proceso... cuando he visto la foto hecha desde un avión que se ven las nubes, me he puesto a llorar, porque he pensado que ojalá fuese capaz de mirar por la ventana y ver esa imagen tan preciosa sin sufrir, sino estando relajada y disfrutar del paisaje. En mi viaje a Milán, ni a la ida ni a la vuelta fui capaz de mirar por la ventana, porque había leído que era mejor no mirar, pero ahora pienso que quizás ver lo que hay alrededor me ayude a calmarme...
En fin, creo que escribirlo al menos me ha ayudado, si me podéis dar algún consejillo que no se haya dado ya, lo agradecería muchisimo!
Aunque ha sido extenso, gracias por leer, un saludo,
18/10/2012 . Manuel
llevo 30 años volando ( vacaciones) y solo desde hace unos pocos tengo miedo a volar, lo publicado por Javier es estupendo ,pero añadir mi análisis:
Si siempre había volado antes y con ilusión , y conozco la tecnología que hace mantener a los aviones arriba ,¿porque ahora este miedo?
Tu mente es la culpable , al volar vas predispuesto al miedo a lo malo a lo negativo, se intensifica en los años de tu vida que en lo personal estas mal, emocionalmente inestable, ira, falta de estabilidad ,no realización personal,etc.
Primero nos debemos hacer una revisión básica psicológica de nuestra vida cotidiana, conseguir arreglarnos nosotros primero,.
pues luego es fácil
cuando estemos arriba en el avion observar abajo esos miles de coches y la probabilidad matemática enorme y real que tenemos cada dia de nuestras vidas de tener un accidente mortal.
saludos desde nuestras histerias personales
18/04/2013. Catalina.
Sinceramente, me he visto reflejada en todas las situaciones que relatáis.
No se de donde me viene esta fobia (solamente tuve un vuelo medio regular Cancún-Madrid), pero desde hace unos años ha ido "in crescendo"... Lo peor es que soy mallorquina y, evidentemente no tengo muchas opciones.
Pasado mañana vuelo a Madrid. Pensar que tengo que estar una hora larga en el avión me crea un pánico irrefrenable. El despegue es horrible, lo que habeis dicho, sudoración en las manos, tensión muscular en las piernas (a veces se me han puesto a temblar tanto que he creído que con el repiqueteo iba a caer el avión, las mandíbulas se aprietan tanto que cuando llego a destino tengo un dolor insoportable en la boca, y voy agarrada al reposabrazos como si fuera mi salvavidas....
Mis síntomas leves empiezan con la compra del billete ( que demoro lo máximo posible)y unos diez dias antes del vuelo diarreas, migrañas, palpitaciones, taquicardias, sensación de ahogo, dermatitis.. en fin, una amplia gama.
Hacer la maleta, preparar documentación... en fin, todo lo que huela a viaje me descompone.
Mis truquitos: Volar en Bussines. Ya se que os parecerá una pijada, pero tener a la tripulación delante de mis narices hablando de banalidades y tranquilos como lechugas me ayuda bastante. (Luego tengo que recortar presupuesto de hotel, pero...)
Me llevo libros cuya lectura me "engancha". También autodefinidos, que me gustan bastante y mi música favorita (que no hace falta que sea relajante, simplemente canciones que te transportan a otro lugar).
Si te sirven un aperitivo, pues entre que pones la mesita, te lo bebes, te traen la toallita, te quitan el vasito... pues otros 10/15 minutos que te distraes.
Prensa. Que no me interesa lo más mínimo, además el olor del periódico me da náuseas, pero la coges, por pasar 2 minutos más.
Nunca embarco de las primeras. Ver que entra tanta gente, me hace pensar que ese aparato no puede levantarse nunca (peso del avión + peso de los pasajeros + peso de los equipajes)y como entre algún gordito/a... ahí ya me muero.
Y por supuesto, Trankimazin (0.25 ó 0.50)en el desayuno, antes del embarque y otro bajo la lengua al sentarme. Ultimamente he tenido que adelantar las tomas y empezar un par de dias antes.
Me solidarizo y comprendo los que lo sufrís. Ya os contaré a la vuelta (sin comentarios) como ha ido todo. Un abrazo.
16/07/13. Javier
Yo desarrollé un miedo sin causa aparente. Recuerdo que mis primeros vuelos eran como cuando coges el tren o el bus... ni fú ni fá, pero con el tiempo, lo de volar se ha convertido en algo tremendamente incómodo incluso semanas antes de tener el vuelo.
Para combatirlo he seguido consejos que he ido encontrando aquí y allá: documentarme de aviónica, sistemas de seguridad, por qué se producen las turbulencias, etc, Incluso me he pasado horas viciándome al Microsoft Flight Simulator y a X-Plane pilotando aviones en las peores condiciones meteorológicas imaginables, pero nada me ha servido. Más bien al contrario... ahora soy más consciente de la fragilidad que tiene el equilibrio de las 4 fuerzas principales de las que depende un avión en vuelo xD
En realidad, lo que me da miedo no es que el avión se estrelle, (siendo racional es muy improbable que yo esté justo en ese de cada 10 millones de vuelos que se estrellan), sino de que se produzca una turbulencia fuerte inesperada, un ruido raro, que bajen las mascarillas o que un pájaro se meta en los motores. Sustos de ese tipo. El vuelo en el que yo estoy no tiene que terminar en calamidad y desastre, pero sí que es más probable que me lleve alguno de esos sustos. Y esa posibilidad es la que me ralla.
Supongo que no hay cura para eso... Yo soy de Barcelona y vivo en Escocia. Si quiero ir a ver a mi familia con cierta regularidad no me queda otra que echarle narices y tragarme el miedo.
Sé que nunca lo superaré, pero trataré de convivir con eso lo mejor que pueda... mientras tanto intento que no empeore, no quiero que me condicione la vida.
Una cosa que me ha animado mucho cuando me he estrellado en un simulador de vuelo, es que cuando surge un problema allá arriba, aún tengo mucho tiempo para reaccionar. Puedo llevar el avión planeando y aterrizar en alguna parte. Al final me he acabado estrellando jaja pero yo no soy piloto.
Cuando vuelo de verdad me tranquiliza en parte que cualquier eventualidad no es una jodienda de la que no hay escapatoria, sino que aún hay tiempo para que el piloto tome las decisiones que considere oportunas
Bueno, todo empezó en el 89, a la vuelta de Rio de Janeiro. Enlazamos con un vuelo MAD-BCN (45 min.) y casi al llegar a destino...PUFF!!!
Una crisis de ansiedad en toda regla. Por qué? No tenía miedo a volar, ni a las alturas, ni a nada. Pues por el estado basal de ansiedad que yo tenía + cansancio del viaje, que ya al final me tenía débil y con las defensas bajas.
Consecuencia? No me metí en un avión ni a palos más. Ni en un ascensor, ni en ningún sitio del que no tuviese yo la posibilidad de salir, el CONTROL. He leido algún apunte con síntomas parecidos. ¿Qué es? miedo a volar? claustrofobia?
Le llamamos fobia a muchas cosas. Algunas lo son, otras no. Todo lo que aquí he leido, y mi caso también, tiene como origen la ansiedad (el exceso, claro) En mi caso, para quien le valga, he pensado durante años que era fobia a no poder controlar la salida del avión, encerrado allá en una cabina presurizada y herméticamente cerrada, pero no lo tengo claro. No sufro en los despegues, ni en los aterrizajes y puedo hacer vuelos cortos, hasta 3 horas o así, sin que me de algo...Pero tras años de terapia, claro. Y fármacos. Y vuelos, por supuesto. He huido siempre de los largos, pudiendo hacer cortos. Primero un BCN-MAD, o luego un nacional más larguito, luego a Londres, por trabajo siempre, claro. Hacia finales de los 90 uno a Estocolmo (4 horitas casi) a Roma, a Viena, hasta hoy. Y sin pastillas. Eso quedó atras después de la psicoterapia. Creo que me aterroriza el recuerdo de lo que pasó. Creo que a todos nos pasó algo un día, un disparador, que nos puso la ansiedad por las nubes y después de ese día lo que nos pasa es que asociamos la misma situación con el recuerdo de aquello.
Cada uno debe alcanzar su objetivo terapéutico, pero creo que se debe acometer como una superación de la ansiedad basal y sus manifestaciones, no sólo de la aprensión a volar. A mi me sirvió para todo, incluso para los aviones... Casi, porque no puedo superar la idea de meterme 10 horas en un avión.
Y es ridículo, porque en el fondo, no pasa nada, es como un autocar, a nuestro cuerpo no le pasa nada, nadie nunca murió por ataque de ansiedad, por muy taquicárdico que nos pongamos... Es irracional, si claro, de eso se trata. No somos tontos que nos ponemos así porque pensamos que se va a caer el avión, ya sabemos que no. Pero en nuestro estado de ansiedad, los pensamientos fluyen sin control, son catastrofistas, y asociado a cada pensamiento experimentamos una emoción, un sentimiento, porque así funciona el cerebro. Esas emociones son las que ya conocemos: nerviosismo, sudoración, taquicardia, disnea, mareo, vértigo, sensación de angustia, pánico, etc...Nos colapsamos.
Y yo creo que en el fondo, todo esto pasa porque a nivel inconsciente nuestro cerebro recuerda algo que nos pasó. En mi caso, la crisis del 89, por ejemplo. Sufro el recuerdo traumático de lo que fue e inconscientemente siento que será así de nuevo. Pero si nuestro día a día y situación vital es diferente del día en el que pasó aquello, el "trigger" o disparador, no se volverá a repetir, aunque nosotros lo recordamos con pensamiento y sentimiento. Por eso sufrimos así.
Javier da en el clavo cuando apunta que la solución es mental, nuestra, con orfidal, con cojones, con lo que sea que aquí se ha dicho, pero no podemos confundir la herramienta con el objetivo. El problema es de pensamiento, la solución también. Hemos de cambiar. Ayudados por los fármacos o el alcohol, o por lo que sea, pero eso no es la solución. Es como Javier dice.
Debería viajar por trabajo a Brasil, y me lo estoy pensando. Que ridículo, no? Podría perder una gran oportunidad... Absurdo. Pero así son las trampas de la mente... Después de tantos años, otra vez Brasil. ¿El círculo se cierra?
Un abrazo a todos
24/02/2015. Anónimo.
No son pocos a los que he sorprendido al contarles, que aunque vuelo bastante a menudo, tengo miedo a volar. No se trata de pánico o fobia, ni de un estado catatónico tal que me impida subirme al aparato, pero sí el suficiente estado de nervios como para que un vuelo se convierta en una experiencia más traumática de lo deseable. Mi peor momento es el despegue. Lo siento, no me fío ni un pelo de los mecánicos que han revisado el aparato… ¿y si el piloto tiene un mal día? Vamos…
Y es que volar solo (es lo que tiene viajar solo) es un problema. No tienes con quien distraer la cabeza para no estar pendiente de los ruidos, los movimientos o de si las luces de los cinturones se encienden o no. En ocasiones he pensado… pues le empiezo a hablar al tipo de al lado y ya está. Pero claro ¿Qué le digo? Oye mira me estoy poniendo malísimo porque creo que el aparato se va a caer de un momento a otro ¿puedo tirarte de los pelos y gritar? Sería poco glamuroso.
Otro punto crítico del vuelo es el momento turbulencias. Aparece el pellizco en el estómago, me sudan la manos y se acelera el pulso. Es un miedo irracional, pero ahí está. Intento despejar la cabeza viendo alguna película pero soy incapaz de centrarme en la trama y paso a leer cualquier revista, pero se me pierde la vista entre las palabras y no entiendo ni pú, y entonces miro las fotos de la revista de la compañía aérea. Y así me paso el rato, inmerso en una espiral absurda (y cada vez más acelerada) hasta que paran las sacudidas del avión. Reconozco que en ocasiones es agotador.
Así que tomándomelo con buen humor, voy a asistir a un curso para perder el miedo a volar. Dos días de curso en el que la empresa encargada (hay varias ) van a ayudarme a volar sin miedos.
Entre otras cosas, el curso incluye la visita a los simuladores de vuelo de Iberia, charlas técnicas con pilotos experimentados, atención psicológica y una parte práctica. Nos hacen volar (en business, dicen) de Madrid-Barcelona-Madrid. Espero que no pillemos turbulencias porque todo un grupo de ansiosos con más o menos miedo a volar puede ser un festival. Sólo echo en falta que en el precio incluyan la noche de hotel.
Para colmo no he tenido más remedio que comprar un vuelo del puente aéreo Barcelona-Madrid para poder llegar a tiempo. Tengo tres horas y media para salir de la oficina, meterme en un avión y plantarme en los simuladores de vuelo. Si quieres caldo, toma dos tazas. No sé si las turbulencias, pero el estrés lo tengo asegurado. Dicen que los resultados son estupendos y espero que mis vuelos se transformen en algo relajado y tranquilo de lo que disfrutar a partir de ahora.
03/04/2015. Jose
Hola a todos. Estuve leyendo cada uno de los comentarios aquí escritos, todos tenemos diferentes motivos y experiencias que nos han llevado a adquirir un miedo o fobia a montarse en un avión. En mi caso particular, hace mas de 10 años tuve crisis de ansiedad que poco a poco se fueron haciendo mas grandes, al punto que hasta montarme en un autobús era un problema. Poco a poco, con psicoterapia , medicamentos y voluntad, fui venciendo obstáculos y miedos, compré un vehículo y logré obtener un trabajo que me enviaba ocasionalmente a capacitaciones en el extranjero. Las primeras veces en el avión fueron viajes cortos, máximo 2-3 horas. La verdad siempre lo ví como pequeñas vacaciones pagadas, ya que no había ningún estress de por medio. Un poco de ansiedad siempre, pero manejable con un "whiskey a bordo" y una buena lectura o musica.
El problema empezó hace cuatro años cuando debía presentar un examen en USA, el cual era de suma importancia para la empresa. Eran dos viajes, el primero a una capacitacion, vuelta y regresar dos semanas despues a presentar el exámen. La ansiedad empezó a aparecer meses antes, el estress del exámen empezó a afectarme y la idea de un ataque de pánico dentro del avión se apoderó de mí. Pude controlarlo, ir las dos veces a California ( 6 horas de viaje), pero perdí el exámen. Tocaba en un lapso no mayor a cuatro meses hacer el mismo itinerario. En esos cuatro meses fui a Perú ( 3 horas de viaje) sin ningún problema, cero ansiedad. Cuando me tocó regresar a USA de nuevo, tuve malas experiencias en el aeropuerto con migración, vuelos perdidos, de nuevo el estress del exámen y problemas personales que por tontería mía les dí mucha importancia. El resultado: un ataque de pánico a 10000 pies de altura. Lo que llaman los psicólogos la profecía autocumplida. Y lo peor era saber que tenía que regresar de nuevo en dos semanas. En resumen, regrese con compañia y medicación, pensé en no ir a hacer el exámen, pero la verdad no me hubiera perdonado nunca en no ir a hacerlo. Lo perdí de nuevo, fui y regresé, pero con un desgaste emocional tremendo, me llevó meses de terapia y de neuvo voluntad en superar esa crisis de ansiedad.
En fin, mi punto es que, como dije anteriormente, todos tenemos diferentes causas sobre nuestro miedo a volar. Miedo a morir, a que el avión se estrelle, a estar encerrados durante horas a 10000 pies de altura, a perder el control.. Y ese miedo esta asociado a una mala experiencia que nos marcó en un momento determinado. La clave está en lograr quitar esas cargas emocionales asociadas a ideas irracionales, para lo cual , efectivamente, se necesita un plan de acción. En mi caso, estoy recordando los buenos momentos que pasé en un avión ( sí los hubo!) , el placer de conocer nuevos lugares y culturas, y la alegría de regresar a casa con una nueva experiencia para recordar. Obviamente sé que tendré que aplicar muchos de los consejos leídos acá, y de fijo regresar a terapia, pero no me queda de otra, tengo una capacitación dentro de tres meses , y me espera un viaje de tres horas que tendré que afrontar.
Les dejo esta lectura de Gabo, !Aprendamos a volar con miedo!
http://elpais.com/diario/1980/10/26/opinion/341362811_850215.html
27/07/2015 Andrés Acosta González.
He leído todos los comentarios, y por supuesto el del impulsor del blog. Me parece una buenísima iniciativa. Por si os sirve os cuento mi caso, bastante singular. En primer lugar deciros que soy ya mayorcito, tengo 68 años, casado en segundas nupcias, tres hijos, dos de mi mujer en su primer matrimonio, uno mío de mi primer matrimonio y tres guapísimas nietas, las tres ya muy "voladas" en avión para acá y para allá. ¡Ah! Soy Ingeniero Aeronáutico y Doctor en Historia. Como Ingeniero Aeronáutico no he ejercido nunca, pero es que antes de cumplir 20 años me encantaba volar, me gustaban muchísimo los aviones, por eso estudié Ingeniería Aeronáutica. ¿Por qué me surgió luego esta fobia tan espantosa? No lo sé. Y sigo sin saberlo, después de haber hecho un curso en Lufthansa en 1990 tras 13 años sin volar, un curso que me sirvió en su momento para volar durante 5 años a Tenerife, donde conocí a mi actual esposa. Luego hice en el año 1999 un curso en Iberia, que me fue útil para seguir volando hasta 2008 para atender a mi padre ya muy mayor y enfermo y así ayudar un poco a mi hermano y su esposa. Y desde 2008 estoy sin volver a coger un avión. Quiero decir que durante 48 años ininterrumpidamente volar, cuando lo he hecho, ha sido siempre una tortura insoportable para mí. Se me olvida: también hice un año entero de terapia psicoanalítica y seis meses de terapia psicológica conductista. Me he gastado miles y miles de euros y ha servido para poco. El problema es que cuando este bicho llamado fobia a volar entra dentro de uno (no sé cómo demonios pudo entrar en mí, que me encantaba volar), es muy difícil sacarlo. Yo todavía no lo he logrado. A pesar de todo, sigo en ello. El año que viene quiero volver a mi tierra, Tenerife, porque después de siete años sin ir, la añoro. No sé si tendré que hacer otro curso más, quizás el de Air Europa, que es el que me falta.
Y por último deciros que no os acomplejéis. Picasso, el mejor pintor de la historia de la humanidad, decía, que él no se subía a un avión ni loco. Y Gabriel García Márquez, posiblemente uno de los mejores escritores que haya habido nunca, era aerofóbico.
Un abrazo a todos
01/07/2017. Acabo de llegar de un viaje a Alemania y Austria y sorprendentemente el vuelo a sido muy bueno. No he sentido angustia, todo el tiempo he estado relajado y incluso antes en el Aeropuerto lo he llevado muy bien.
Así que si yo he mejorado tanto cualquiera puede conseguir lo mismo.
Animo.
Javier Adán